Normas de convivencia

 

 

Colegio

Nuestra Señora del Huerto

Esperanza

“…SEMBREMOS, PLANTEMOS, REGUEMOS.

DIOS QUE DA EL INCREMENTO,

DARÁ SU FRUTO EN EL MOMENTO OPORTUNO”

(San Antonio María Gianelli)

 

LA INSTITUCIÓN

El Colegio responde al espíritu y orientación de la Congregación “Hijas de María Santísima del Huerto”, fue fundada por San Antonio María Gianelli, en Italia, en el año 1829.

En este momento, las religiosas gianellinas sostienen establecimientos educativos y asistenciales en Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil, Estados Unidos, Italia, España, Palestina, India y República Democrática del Congo.

El Colegio “Nuestra Señora del Huerto” de Esperanza pertenece a la Provincia Religiosa de Córdoba, que integra también los colegios de Santa Fe, Rosario (dos instituciones), Tucumán, Jujuy (dos instituciones), Córdoba (dos instituciones), Salta, Jesús María, Bell Ville y Orán.

Como escuela católica pertenece a la Iglesia y recibe de Ella el mandato de educar. Por lo tanto, tiene por finalidad glorificar a Dios a través de la educación de los niños y jóvenes.

Quienes se desempeñan en ella, en cada uno de los estamentos, se sienten hijos del Padre Celestial y hermanos entre sí, comprometidos en la misión de construir una sociedad y un mundo que sean un verdadero hogar para el hombre, mientras peregrinan hacia la Patria definitiva.

En esta tarea se dejan guiar por los más altos valores (Bien, Verdad, Belleza), según los cuales cada persona se realiza a sí misma y lucha por el Bien común, “haciéndose santo por el amor”, según la expresión de San Pablo en su carta a los efesios.

A. Entidad propietaria

El Colegio “Nuestra Señora del Huerto” de Esperanza está constituido por las Escuelas N° 1019 y N° 8076, que abarca desde el Nivel Inicial hasta el Polimodal completo, bajo la responsabilidad de la Congregación Religiosa de “Hijas de María Santísima del Huerto”, representada en la institución por la Madre Superiora, la Representante Legal y demás Hermanas integrantes de la Comunidad.

El Representante Legal elige y nombra el Personal escolar y asume las decisiones últimas, cumple y hace cumplir todas las disposiciones legales y la normativa emanadas de los Organismos Oficiales. Comparte con los educadores laicos las responsabilidades, los gozos y las dificultades de la misión y de la tarea educativa.

Las Hermanas que integran la Comunidad son las responsables fundamentales y últimas de la actividad educativa escolar, aseguran la identidad católica y huertana del Instituto, orientan según el carisma Gianellino el proceso formativo y animan y coordinan la labor de todos los integrantes de la comunidad colegial.

Acuerdan con los padres el cumplimiento de los objetivos de la institución, del ideario Gianellino, normas de convivencia y del reglamento interno que manifiestan conocer y aceptar cuando adhieren al contrato educativo anual.

En caso de reiterados incumplimientos de los compromisos asumidos por los padres, podrán, con la debida antelación, invitarlos a la búsqueda de otro establecimiento para el año lectivo siguiente si se requiere, ya que existen en el medio local otras ofertas educativas, tanto oficiales como privadas.

B. Los Padres y/o tutores

“… A ustedes, padres… les diré que se guarden del gran prejuicio… de quien cree haberlo hecho todo en cuanto a la educación moral de sus hijos… cuando los ha encaminado a la escuela”

… “Sea su preocupación primera y principalísima la de criar hijos juiciosos, modestos, disciplinados, religiosos…”

… “Es necesario en ustedes, padres… que cooperen… y lo que nosotros comenzamos en las clases, ustedes deben exigirlo, más aún, perfeccionarlo en sus casas”.

San Antonio María Gianelli. Cartas Pastorales

Consideraciones

1.     De hecho, y por derecho natural, los padres, al haber dado la vida a sus hijos, son también los primeros responsables y educadores de los mismos y actúan en consecuencia.

Por lo tanto, a ellos les compete crear en el hogar el ambiente favorable para el desarrollo de las virtudes humanas que constituyen la base de toda educación escolar.

De la misma manera, por haber elegido la Fe cristiana para sus hijos, y luego haberlos acercado a un Colegio confesional católico, cultivan en ellos desde pequeños la vida de la gracia y favorecen su contacto con la Palabra bíblica y la doctrina de la Iglesia.

2.     La institución educativa, cuando una familia ingresa a la comunidad escolar, se preocupa por hacer conocer a los padres el Ideario y el Proyecto educativo de la Escuela, y ellos, a su vez, se comprometen a respetarlos y actuar en conformidad con el estilo de conducta que estos suponen.

3.     El contacto entre familia y escuela es absolutamente necesario para que los esfuerzos de ambas instituciones confluyan y logren la formación integral equilibrada de los educandos.

Por eso el Colegio organiza encuentros de distinto carácter y reuniones pedagógicas y formativas, cita a los padres cuando lo considera necesario, envía comunicaciones por boletines y otros medios, y los convoca permanentemente a integrarse en la Comunidad para apoyar el proceso educativo, sea integrando la Unión de Padres o colaborando con los educadores de diversas maneras.

Compromisos:

Considerando esos presupuestos, los padres se comprometen a:

a)       Concurrir a los encuentros y reuniones de variado carácter para los que cita el Colegio.

b)       Demostrar concretamente la voluntad de asistir a los actos religiosos, patrióticos, sociales, etc. a los que invite la institución.

c)       Notificarse acerca de las calificaciones y los conceptos merecidos por sus hijos /as, tanto en lo referente a estudio y aplicación, como a su conducta en general.

d)       Acercarse a la institución toda vez que sea necesario para recabar información, coordinar y unificar criterios, presentar sugerencias y opiniones, conversar acerca de problemas o situaciones particulares de sus hijos/as, etc., manteniendo siempre, con los directivos y docentes, una actitud sincera, respetuosa y dialogante, que favorezca el proceso educativo.

e)       Devolver firmada toda comunicación enviada por el Colegio, dentro de las 24 horas de recibida (para ello habrán registrado su firma al comienzo del período lectivo en la institución).

f)        Justificar debidamente las inasistencias de sus hijos/as, presentando los certificados necesarios siempre que sea posible, en la clase inmediata posterior y, cuando por algún motivo de peso, deban retirarse del Colegio antes de finalizado el horario correspondiente, buscarlos personalmente o enviar para hacerlo, a alguna persona autorizada por escrito. En todos los casos, quien retira a un alumno firma en Preceptoría o Dirección un cuaderno o registro donde consta el horario de salida y el motivo de la misma.

g)       Colaborar desde el hogar para que los alumnos/as asuman los compromisos escolares con responsabilidad y puntualidad, favoreciendo especialmente la asistencia a clase y la permanencia en las mismas, así como el cumplimiento de sus deberes y tareas. Esto es especialmente importante en el caso de los alumnos menores, ya que, a medida que van creciendo en edad cronológica y madurez, los propios educandos deberán ir haciéndose cargo de las exigencias de la escuela.

h)       Suministrar los datos y comprobantes que solicite el Colegio, para un mejor conocimiento de los alumnos/as y de su entorno sociocultural.

i)         Abonar matrícula, cuotas, otro/s en los tiempos fijados para hacerlo (ante cualquier problema que se presentara al respecto, acercarse a la institución con prontitud, a fin de tratarlo con la autoridad que corresponda)

j)         Si se hubieren celebrado acuerdos entre el Colegio y la familia para decidir el tratamiento de necesidades educativas especiales (N.E.E.) de los alumnos (por ejemplo: dentro del marco de Atención a la Diversidad), responder a las exigencias de la institución en todo cuanto ésta demande para posibilitar el logro de los objetivos educativos.

k)        Conocer y respetar la legislación actual en lo atinente a la obligación de guarda que la escuela tiene sobre sus hijos. (ley 24830 art. 1114 y 1117 del Código Civil)

l)         Asumir el compromiso de una clara adhesión con respecto a los valores morales que sustenta la Iglesia Católica en cuanto se refiere a la sexualidad humana y a la organización familiar, política y socio-económica, y la práctica responsable de los deberes religiosos.

El no cumplimiento de cualquiera de estas cláusulas, sobre todo si se reitera, será considerado como falta de colaboración y desinterés por parte de los padres, invalidará reclamos y comprometerá la reinscripción del alumno para año siguiente.

C. Los Alumnos:

“Nos dirigimos a ustedes… alumnos amadísimos… ustedes en realidad…serán… la más querida y la más dulce de nuestras preocupaciones…” (C. P. Pág. 19)

“… Son el principalísimo objeto de…mis cuidados…” (C. P. Pág. 245)

“Yo quiero doctos… a sus hijos, y sabe Dios cuánto suspiro y lo que me importa su cabal y bien entendida instrucción; pero… los quiero también buenos, … virtuosos, …temerosos de Dios… buenos cristianos”. (C. P. Pág. 243)

“…De qué les servirá ser doctos sin ser virtuosos, de qué les serviría el ornamento de las letras sin el de la honestidad, el tesoro de las ciencias sin el tesoro de la piedad cristiana? (C. P. Pág. 245)

“…Persuadidos… de que el principio de toda verdadera sabiduría es el santo temor de Dios… ustedes aborrecerán no sólo el vicio y a la impiedad… todo libro, todoestudio,  todo saber que los aleja de este santo temor; nunca juzgarán como verdadero saber lo que no los ayude a conocer, a temer, a amar a Dios…” (C. P. Pág. 245-246)

“… escuchen a sus maestros y directores como a gente que… los enseñará… esa ciencia que, al tiempo que ilumina el entendimiento, edifica el corazón y se vale de las cosas terrenas que aprende… para elevar el corazón a Dios… que es la verdadera e infinita sabiduría…” (C. P. Pág. 246)

“… no se entibien en ustedes el amor a la disciplina y a la piedad…” (C. P. pág. 20)

“Sean sensatos, modestos, serios, tranquilos, diligentes, religiosos… Lleguen puntuales a la hora previamente fijada; no se detengan en distracciones durante el camino…

“Amen sus casas y a sus familias, no se pierdan en la de los otros. Amen las recreaciones sencillas e inocentes, que restablecen las fuerzas del cuerpo y del espíritu, no las indecorosas y vanas… que lo estropean todo… obedezcan, honren, amen a los mayores…” (C. P. pág. 232)

“Tengan por cierto que… una sola clase perdida por su culpa o descuido les causará perjuicio… así como la asidua diligencia les procurará alegría y contento…, les hará progresar en el estudio, los fortalecerá en la virtud y … los dispondrá y ayudará a conseguir el premio eterno…” (C. P. Pág. 249)

“El joven que no es… capaz de soportar una injuria sin vengarse y que no sabe tolerar las reprensiones… de sus superiores, sobre todo de sus padres… está todavía rezagado en el camino de la virtud” (Carta a los jóvenes, 1-XI-1843

“Es necesario en todos un afán y esmero particulares y vivos por encaminar los buenos estudios y la disciplina escolar; iluminar el entendimiento; mejorar la voluntad; formar no tanto sabios y científicos cuanto honrados ciudadanos y ejemplares cristianos”. (C. P. Pág. 231)

Consideraciones:

De los pensamientos anteriormente citados, se desprende que el eje del Proyecto Educativo, y el que le da sentidos, es la persona del educando.

El amor a los alumnos y la preocupación por su formación integral, cuyo aspecto más importante, sin desmedro de los demás, es la educación del sentidoreligioso, constituyen la característica esencial y definen la misión de toda escuela huertana gianellina.

Pero en este proceso, San Antonio María Gianelli, apela reiteradamente a la voluntad responsable de los propios educandos, ya que sólo con su libre cooperación se recogerán los frutos que los esfuerzos y trabajos de los educadores, tanto padres como docentes, permitan esperar.

Es por lo tanto considerado como el primer requisito para poder ingresar a la institución, que los alumnos (o sus padres, si aún fueran pequeños) conozcan claramente el Ideario, el Proyecto Educativo y el Reglamento interno del Colegio y estén dispuestos a vivir el proceso de crecimiento integral que se propone desde esos documentos basados en la Pedagogía Gianellina.

Pero de ninguna manera debe entenderse esta cooperación del educando como una actitud meramente pasiva y de aceptación, ya que el tercer milenio necesita personas formadas para participar activa y creativamente en la construcción de la sociedad.

Por lo tanto, los alumnos huertanos, aprovechan las estructuras participativas que les brinda la institución, o solicitan su creación, si fuera necesario, para intervenir en la vida colegial y en el proceso de la formación de su propia personalidad, aportando sus ideas y sugerencias, presentando con respeto y delicadeza sus necesidades y reclamos, colaborando con sus iniciativas, su entusiasmo juvenil y su dinamismo creador, sin perder nunca de vista el fin esencial del centro educativo.

Compromisos:

Los alumnos:

a)     Adhieren y aceptan la Enseñanza y la formación religiosa como medios privilegiados para educarse como personas y como cristianos, de acuerdo con la finalidad de conocer, amar y servir a Dios en esta vida para después gozar con Él en la Vida Eterna.

b)    Reconocen que dicha formación implica:

·         Conocimiento, lectura y reflexión de la Palabra de Dios.

·         Conocimiento de las verdades de la Fe.

·         Conocimiento de la Iglesia Católica como institución y de su Doctrina y acatamiento de su magisterio y gobierno.

·         Respeto de las normas morales que emanan de la Palabra de Dios, de los mandamientos y de la Doctrina de la Iglesia, traducido en actividades de vida acordes a las mismas.

c)     Participan respetuosamente de los actos litúrgicos y propios de la vida de piedad que organiza la escuela (momento de oración, visita diaria a la Capilla, retiros, convivencias, charlas, etc.), tratando de sacar de ellos todo el bien espiritual posible.Dado el carácter mariano del Colegio, crecen en  la devoción a María y las particularidades de su culto.

d)    En sus actitudes concretas de vida evidencias conformidad con la educación recibida en el Colegio, practican la solidaridad y se interesan por el apostolado que se realiza en la institución.

e)     Entienden que la escuela es un lugar destinado al cultivo de la persona a través del trabajo, en sus diversas formas. Por lo tanto aceptan las obligaciones del Colegio en los distintos espacios curriculares.Respetan el silencio cuando la actividad lo exige, obedecen las consignas dadas por los docentes, afrontan con  dedicación el trabajo individual o aportan responsablemente su colaboración en la tarea grupal, asisten a clase con los materiales necesarios y habiendo cumplido con los trabajos exigidos por los docentes, cultivan el hábito del estudio diario, responden creativamente cuando se les exige participación en actos o tareas de la vida colegial.

f)     Entienden que la superación de cada uno perfecciona a los demás, por lo que rechazan abiertamente el falso respeto humano que impulsa a no manifestar el cumplimiento del deber, a no participar en las clases, a mostrar indiferencia por el trabajo y el estudio, para  no ser censurados por sus compañeros.Saben que la ambición egoísta de notoriedad y la ostentación vanidosa de elevadas calificaciones y premios son fruto de la soberbia, pero no ignoran el sano estímulo que significa para un grupo-clase el trabajo responsable y manifiesto de cada integrante, de acuerdo con las propias capacidades y condiciones, puestas al servicio de los valores y de la comunidad.

g)    Entienden la evaluación como eslabón muy importante de un proceso, que supone un desafío y una oportunidad para demostrar los conocimientos y la capacitación adquiridos, y saben que el éxito en los estudios sólo vale cuando es fruto del esfuerzo y el estudio responsable. Por lo tanto no incurren en el delito de copia ni otro tipo de fraude.

h)     Se preocupan por su formación como ciudadanos. Por ello se interesan por el estudio de todo lo que se refiere a la Historia, leyes, tradiciones, valores y problemas del propio país, y aportan su esfuerzo cotidiano entendiendo que la capacitación y el trabajo personal engrandece a la Nación de la cual se forma parte.Manifiestan también el sentimiento patriótico en el respeto a los símbolos patrios y en la organización, participación y asistencia responsable en los actos conmemorativos de las fiestas patrias.

i)      En sus relaciones con los demás entienden que el clima conveniente para el desarrollo feliz de todo ser humano es el que está impregnado de amabilidad, cordialidad y alegría, donde se vive el respeto mutuo, se busca el bien común y se favorecen todas las actitudes prosociales, inspiradas por la virtud de la caridad.Evitan, por consiguiente, en el trato cotidiano con sus semejantes, toda forma de comunicación que perjudique la paz y dificulte el diálogo, como los insultos, las amenazas, los caprichos, los ataques masivos, las burlas, las bromas molestas, las críticas destructivas, la maledicencia y toda forma de ataque físico o psíquico a los demás.

En consecuencia:

·           Reconocen y aceptan las autoridad como fuente del orden que garantiza la justicia; exponen sus ideas, sugerencias y reclamos con respeto; responden al diálogo fraterno y las justas orientaciones y observaciones que reciben de los educadores, motivadas en el afán de ayudarlos a crecer; obedecen con humildad porque es necesario para el bien personal o colectivo.

·           Con sus pares son amables, sinceros, solidarios. Se comprometen con el bien del grupo, pero saben defender su propia personalidad. Por eso no se masifican detrás de propósitos que perjudican a otros, o para defender intereses particulares en contra del bien común. Observan en clase una conducta que favorece el aprendizaje de todos, respetan a sus compañeros, tanto en su persona como en sus pertenencias, con las palabras y con las actitudes, en el aula y en todas partes, incluso fuera de la escuela.

·           Con el Personal de Maestranza y de Servicio son cordiales y agradecidos, actitudes que manifiestan especialmente en la valoración positiva de su trabajo y en la respetuosa colaboración para mantener la limpieza y el orden.

j)      Observan las normas de higiene y cuidado en los distintos ambientes y espacios, cuidan el mobiliario y los materiales escolares, mantienen el orden y la limpieza en sus propias personas, útiles y atuendos.

Visten con recato, sencillez, sentido práctico, austeridad, prolijidad, y aceptan con sano orgullo el uniforme fijado por el Colegio para cada actividad, entendiendo que éste es el signo visible de la pertenencia a la institución.

Las niñas usan el pelo prolijamente atado, evitando los mechones sobre la cara y los varones asisten afeitados y con el cabello corto. En ningún caso se presentan con teñidos de colores llamativos.

En cuanto a cosméticos, adornos y accesorios, los evitan en lo posible, permitiéndose sólo aquello que pasa casi inadvertido en el medio escolar porque la costumbre lo ha generalizado.

Cuando por serios motivos no pueden asistir con el uniforme completo, presentan por escrito, firmada por padres o tutor, la correspondiente justificación.

k) Cuidan la salud y la integridad física propia y de sus compañeros. Por lo tanto no fuman dentro del  Colegio. Evitan los tratos bruscos, no traen al Colegio objetos contundentes ni peligrosos de ningún tipo, no se exponen a peligros dentro del establecimiento.

l)  Asisten al Colegio con el material necesario. No ingresan con fotografías, revistas, libros, afiches ni símbolos de ningún tipo que contraríen los valores que se defienden en la institución.

ll) Evitan las faltas a clase y otras actividades, salvo en casos auténticamente justificados, y observan puntualmente los horarios de ingreso, tanto a la escuela, como al aula para las horas de clase. En este aspecto, como en lo referente a las reincorporaciones, la institución observa la reglamentación general  vigente emanada de los Organismos Oficiales.

Aceptan que el Colegio se reserva el derecho de declarar obligatorios algunos actos de interés para la institución aun cuando se realicen en días no laborales o feriados previo aviso.

Cuando faltan en días de prueba avisada, justifican cuanto antes con el certificado que corresponde, a fin de tener derecho a una nueva oportunidad de evaluación, para la cual vienen preparados en la clase inmediata posterior al día de la falta.

Además, en días de evaluación escrita, los alumnos asisten a clase durante el turno completo, o sea que no pueden ingresar tarde ni retirarse temprano. La tardanza o el retiro anticipado invalidan la evaluación, excepto en los casos en que se certifica la necesidad de la tardanza o el retiro.

m)  Tienen claro que, una vez ingresados al Colegio, figuran como presentes y bajo la responsabilidad del mismo.  Debido a esto no se ausentan del establecimiento por ningún motivo antes de la finalización de la tarea diaria. Tampoco salen a las puertas del establecimiento durante los recreos.

Si por exigencias de la actividad pedagógica en alguna oportunidad deben salir a la calle durante el horario escolar, llevan previamente a su hogar la comunicación correspondiente y los padres o tutores la firman concediendo la autorización para la salida, en caso contrario permanecerán en el establecimiento.

Recursos para el logro de la formación de los educandos:

Dado que la educación de niños y adolescentes es un proceso, en el que por cierto no faltan las dificultades, todos los esfuerzos de directivos y docentes se encaminan a favorecerlo, ya sea a través de orientaciones,  premios o  sanciones prudentes y graduales.

Para ello se utilizan los siguientes recursos pedagógicos:

a)   Caridad evangélica vigilante, propia del carisma gianellino, que supone el solícito acompañamiento y la prudente observación de los educandos, den-tro y fuera del aula, en las horas de trabajo escolar y aun más allá de la escuela, en la medida en que la posibilidad y la prudencia lo aconsejen.

b)   Estímulos y premios que contribuyen a alentar el esfuerzo, el cumplimiento del deber y la práctica de la virtud, y a elevar la autoestima del sujeto de la educación.

Al respecto, San Antonio María Gianelli sostenía que no debía abusarse de estos medios, pero tampoco dejarlos de lado, y que el motivo de concederlos debía ser siempre la consideración del mérito, según el cual debían graduarse convenientemente (Alocución del 3 de enero de 1846)

“Viendo que algunos (alumnos) no ceden ni a la corrección, ni al castigo, estará bien probar si se pudiesen vencer y ganar con la promesa de algún premio extraordinario”

(Reglamento para las Maestras, punto 9 – VI)

c)   El diálogo franco y amable, en todo momento, aun antes de que se manifiesten faltas o errores. “Procuren amar de verdad y demostrar un gran amor a los niños”(Herencia Espiritual, pág. 247)

d)   La observación personal, particularmente en privado “Procuren no hacer correcciones públicas… Los llamarán en privado…”(Herencia Espiritual, pág. 247)

e)   La reprensión serena y enérgica, ante la reincidencia en el error o el mal comportamiento, sin olvidar nunca el amor y el respeto hacia la persona, la paciencia, la mansedumbre, la prudencia y los buenos modales.

f)    El apercibimiento escrito, conocido por el alumno y firmado por él y por sus padres o tutores.

g)   La citación a los padres, para considerar juntos (padres y educadores escolares), los problemas y sus posibles soluciones. De cada entrevista, queda, en el Colegio, en un registro o carpeta especial, una sencilla acta en la que se asientan las conclusiones de lo conversado.

h)   Las sanciones expresadas en la reglamentación oficial vigente, para cada nivel.

Porque la caridad es paciente, el colegio huertano utiliza todos los medios a su alcance para que los alumnos encaucen su conducta dentro de los límites previstos, conquistando gradualmente su formación, gracias a la práctica cotidiana de la virtud.

Dado que en todo proceso formativo aparecen avances y retrocesos, se toleran estos últimos siempre y cuando se observe una tendencia general hacia la superación de las dificultades.

Pero ante los refractarios, que no colaboran de buena gana en la obra de su propia educación, la institución actúa también movida por la caridad: amor a los educadores que tienen derecho al respeto y a un clima sano de trabajo; a los demás alumnos que necesitan un ambiente favorecedor del aprendizaje; al mismo trasgresor, al que no se desea imponer un sistema educativo que él no acepta.

D. Los Educadores escolares:

San Antonio María Gianelli, sea como Obispo o como fundador, se sintió siempre muy preocupado por conseguir para las escuelas buenos educadores, comprometidos responsablemente con el carisma de la Caridad evangélica vigilante.

Esto se pone especialmente de manifiesto en las siguientes citas de sus Cartas Pastorales:

“…se requieren hábiles Directoras y Maestras, ricas en paciencia, en caridad, en prudencia, en mansedumbre y en buenas maneras… muy capaces y diligentes y pacientísimas…” (pág. 234)

“No sólo al acercarse las clases, sino siempre, en todo el curso del año, pienso en ustedes, en proporcionarles buenos maestros y directores… que sean capaces de encaminarlos, de dirigirlos, de darles aliento en los buenos estudios y de introducirlos… en las letras y las ciencias… para que también, como amorosísimos padres, velen por ustedes para preservarlos de los infinitos peligros de su edad… para derramar en sus… corazones el amor sincero a la virtud y una piedad… bien entendida… fervorosa y sincera…” (pág. 245)

Y para coronar su doctrina pedagógica, San Antonio María Gianelli propone a los educadores esta reflexión: “Si la Santísima Virgen estuviera en mi lugar ¿cómo sería su porte? ¿Cómo hablaría? ¿Qué haría para ganarse el corazón de todos, especialmente de los más indisciplinados, de los más indóciles, de los más rebeldes? ¿Qué haría la Santísima Virgen para atraerlos a todos a Dios? (Reglamento nº 15)

Consideraciones:

Los textos anteriores nos hablan claramente del educador como un agente encargado de realizar la misión de la Iglesia entre sus alumnos, a los cuales debe conducir a Cristo.

Ése es su compromiso apostólico específico, que exige al docente, por un lado, el conocimiento cabal de la Doctrina Católica y, por otro, el testimonio de la Fe, que se confiesa, a través de las concretas circunstancias de la vida.

Religiosas y  laicos, en el colegio huertano, se integran para expresar cabalmente la riqueza de la realidad de la Iglesia que, a través de los distintos estados de vida, santifica y salva al mundo con el aporte del compromiso apostólico de todos los cristianos.

Por eso, para la selección del Personal escolar, los requisitos exigidos por la entidad  propietaria son:

·         Aceptación de las verdades de la Fe Católica y de los  principios de la moral evangélica.

·         Cosmovisión acorde con lo expresado en el ítem anterior.

·         Testimonio de vida cristiana, que supone la aceptación de la Doctrina de la Iglesia en cuanto se refiere a la sexualidad humana y a la organización familiar, política y socio-económica, y la práctica responsable de los deberes religiosos.

·         Vocación, capacitación y actualización docente.

·         Conocimiento y respeto del Ideario Pedagógico, del Proyecto Educativo y del Reglamento Interno del Colegio.

·         Capacidad para integrarse responsablemente en la comunidad escolar, con profundo espíritu de servicio.

·         Preocupación constante por la instrucción y la formación humana y cristiana de los alumnos.

·         Amor sincero y creativo que impulse a buscar estrategias aptas para satisfacer las necesidades de los educandos. Aceptación del trabajo que implica atender a la diversidad contando con el compromiso explícito de las familias.

·         Formación básica avalada por los títulos correspondientes, oficialmente reconocidos, y preocupación por la formación permanente profesional, religiosa, general y específica.

·         Carácter equilibrado, sereno, prudente, capaz de mantener relación cordial y respetuosa con superiores, colegas, padres y alumnos con reciprocidad y empatía.

·         Disponibilidad para el cumplimiento, en tiempo y forma, de los diversos deberes propios de la profesión.

Compromisos:

Una vez ingresados a la institución, los educadores huertanos se comprometen a:

·         Cultivar su vida espiritual  y su formación cristiana aprovechando todos los medios a su alcance, especialmente aquellos que les brinda el Colegio (retiros, cursos, charlas, reuniones, lecturas, etc.) para el crecimiento en la vida de piedad, en la Fe, en las virtudes y en el compromiso apostólico.

·         Actualizar su conocimiento del magisterio eclesial, a través del estudio de los nuevos documentos y de las directivas que emanan de la Iglesia referentes a problemas de carácter bioético.

·         Profundizar el conocimiento del Ideario Pedagógico y del Proyecto Educativo de la institución, ajustando permanentemente, según estos documentos, la propia práctica pedagógica.

·         Actualizar la capacitación personal, tanto general como específica, de acuerdo con las necesidades de los tiempos.

·         Responder a los deberes impuestos por la labor que se debe desempeñar, permaneciendo siempre disponibles para los compromisos que impone la misión del educador cristiano, más allá de lo estrictamente reglamentario.

·         Asistir a actos, reuniones y citaciones de diversa índole, impuestos por la necesidad de la comunicación con Directivos, colegas, padres y alumnos.

·         Respetar las formas, horarios y tiempos establecidos para el cumplimiento de la propia actividad, la presentación de trabajos y documentos, la organización de actos, etc.

·         Ser permanentemente, dentro de la comunidad educativa, un testimonio vivo de Fe y vida cristianas, coherente con el mensaje que se anuncia en la institución.

·         Con prudencia y caridad, mantener la debida reserva y discreción sobre cuestiones escolares que involucran el buen nombre de la institución, o de personas que trabajan o se educan en ella.

·         Ser capaz de exponer, con equilibrio y respeto, las sugerencias que se juzguen oportunas para favorecer el bien común.

·         Cuidar la presentación externa, según lo exija el decoro, la pulcritud, la dignidad y la sencillez, y no adoptar nunca actitudes que atenten contra el orden, la higiene y la salud propia o ajena.

Los educadores escolares, en la institución, constituyen los siguientes estamentos: personal directivo, personal docente, personal auxiliar, personal asesor, personal de maestranza y de servicio.

D. 1. Personal Directivo

Está integrado por la Hermana Representante Legal, los Directivos de los distintos niveles, él / la responsable de la Pastoral.

D.1.1.  Representante Legal

Actúa por mandato de la Sociedad “Hijas de Nuestra Señora del Huerto”. Es la autoridad que asume la representación de la Institución religiosa ante las autoridades eclesiales, estatales, personal del Establecimiento, alumnado y familia que participan en él, siendo responsable del funcionamiento integral del Centro educativo.

Rol específico

·         Es la persona más allegada al Carisma Gianellino, por lo que lo encarna y lo hace presente en toda la Comunidad Educativa.

·         Se le confía guardar y cuidar del Ideario y del Espíritu gianellino que deben estar concretizados en el Proyecto Educativo Institucional.

Compromisos:

·         Motiva a los actores para que el Proyecto Educativo Institucional se encarne en todos los miembros del Centro Educativo (directivos, docentes, alumnos, padres)

·         Integra y es miembro activo de la Comunidad Educativa, especialmente del Equipo de Conducción.

·         Nombra al Personal Docente y Suplente del Centro, incluido el Administrativo, previa consulta con la Comunidad Religiosa y el Equipo de Conducción.

·         Pone especial atención en la elección del personal a designar velando que se comprometa formalmente con el Ideario Gianellino.

·         Acuerda becas y excepciones que contemplen particulares situaciones de padres de alumnos.

·         Es responsable del buen funcionamiento de las tareas administrativas. Está informado, para lo cual recurre a fuentes fidedignas y serias que lo orienten y le dan la información precisa, concreta y todos los elementos para afrontar las nuevas exigencias laborales, de la DGI, Seguros, Aportes, AFJP, Contratos, Abogado Laboral, etc.

·         Es responsable directo en la toma de decisiones en todas las dimensiones del Centro: evangelizadora, administrativa, pedagógica y comunitaria. Cumple y hace cumplir todas las disposiciones legales y la normativa vigente que emana de los Organismos Oficiales.

·         Eleva, cuando se le solicita de Casa Provincial, la información acerca de la marcha del Centro, como también la memoria anual de todas las actividades desarrolladas, solicitando a tal efecto, el detalle a los responsables de las distintas áreas. Otro tanto hace con el Balance a su debido tiempo.

D.2. Docentes

Es el primer responsable del proceso de enseñanza-aprendizaje en su respectivo año, ciclo y área. Es nombrado por el Representante Legal, previa consideración del Equipo de Conducción y teniendo presente los criterios de selección propuestos por la institución y los requisitos de la legislación oficial  vigente.

Rol específico:

Es mediador y animador de sus aulas y con sus pares establece vínculos para consensuar, concertar.

Es la persona que, dentro de la institución, tiene más contacto directo con los educandos, a los cuales acompaña desde el inicio hasta el final de cada jornada escolar. Conoce al alumno, individualmente y dentro del grupo de clase, trata frecuentemente con su familia, conoce la evolución de su aprendizaje, lo asiste en los recreos, soluciona muchos de sus pequeños problemas y, a través del trato con los otros docentes, descubre particularidades que no se manifiestan a otros miembros del Personal. Por lo tanto, es muy importante la influencia educativa que ejerce sobre los alumnos.

Compromisos:

Ø  Logra la transmisión sistemática de los contenidos de las asignaturas a su cargo, respetando los objetivos de la institución y del área, velando para que se realice la síntesis Fe-cultura-vida.

Ø  Forma a sus alumnos aprovechando para ello toda la riqueza y las posibilidades que ofrece el propio espacio curricular, en plena sintonía con el Ideario gianellino y las directivas de la institución.

Ø  Vive la pedagogía del amor a través de la presencia atenta y constante, tratando de adaptar la enseñanza a la realidad particular de cada alumno, según las directivas gianellinas.

Ø  Se actualiza permanentemente acerca de los contenidos que debe enseñar, de la metodología que debe implementar y de la psicología evolutiva según el nivel en el que se desempeña.

Ø  Planifica cuidadosamente la enseñanza, evitando la rutina y la improvisación, tanto en lo general (planificación anual) como en lo particular (planificación de unidades, temas, clases)

Ø  Prepara cuidadosamente las clases de modo que el aprendizaje resulte realmente significativo. Para ello debe:

·     proponerse despertar el interés del alumno.

·     presentar los temas con lenguaje claro, sencillo, preciso, adecuado y comprensible.

·     evaluar procesos y resultados. Autoevaluarse y promover la autoevaluación.

·     fomentar hábitos de orden, puntualidad, disciplina, de estudio y trabajo ordenado, profundo, reflexivo, progresivo, independiente, creativo.

·     orientar la integración de los nuevos conocimientos en redes conceptuales que vayan haciéndose cada vez más extensas y complejas.

·     brindar oportunidades para descubrir, plantear y resolver problemas.

·     garantizar, en lo posible, un ambiente de clase sereno, disciplinado, estimulante, participativo.

·     favorecer el trabajo y la intervención de todos los alumnos, no solo de los más dinámicos o capaces atendiendo a las diversidades, realizando las adaptaciones curriculares pertinentes.

·     explotar convenientemente el material bibliográfico, didáctico, audiovisual, etc. del que se dispone y enseñar a los alumnos a hacer lo mismo.

·     aprovechar las tareas extraáulicas, los viajes, paseos, salidas, etc. lo más integralmente posible, previa planificación y preparación; y fomentar la participación en concursos, festivales, competencias, etc. cuando los objetivos de los mismos potencien el logro de los fines educativos de la institución.

·     promover, cuando sea conveniente, el trabajo en equipo, orientando a los alumnos para que constituya una fuente de enriquecimiento mutuo y acreciente los frutos que se desean obtener de la tarea propuesta.

·     respetar los horarios establecidos, a fin de preservar el orden en el trabajo institucional, especialmente cuando se trate del toque del timbre al iniciar o finalizar la hora de clase.

·     acompañar discretamente en los recreos y horas libres, aprovechando esos momentos para el ejercicio concreto de la “caridad evangélica vigilante” de la que hablaba Gianelli.

Ø  Vela por la sana integración de los alumnos en la comunidad educativa en general y especialmente en el grupo al cual pertenecen.

Ø  Mantiene ante los alumnos una actitud paciente y comprensiva, pero firme y justa cuando se trata de hacer cumplir las normas necesarias para una buena y sana convivencia.

Ø  Presta suma atención al boletín diario de los alumnos por ser éste el medio normal de contacto entre la escuela y el hogar. Enviarlo toda vez que sea necesario, exigirlo convenientemente firmado en el tiempo debido y controlar que los padres o tutores se hayan realmente notificado de las comunicaciones de faltas, tardanzas, sanciones, calificaciones y avisos (en el curso que corresponda).

Ø  Completa a diario, responsablemente, el registro de asistencia de cada curso y llamar la atención del alumno y de su familia cuando el número de faltas haga presumir problemas de regularidad.

Ø  Da respuesta a los padres, informando sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje promoviendo actitudes que favorezcan la relación hogar-escuela.

Ø  Informa a los Directivos acerca del proceso enseñanza-aprendizaje, consensua criterios pedagógicos, organizativos y de gestión, coordina acciones.